Cuando los sapos bailen flamenco
Me alegra tanto oír tu voz, aunque dormido
Por fin viajabas como en tus sueños buscando un sitio para volver
Y sin poder olvidar lo que dejas, lo que has aprendido
Van a cambiar las caras, los sueños, los días y yo lentamente te pierdo
Como un regalo que al ensuciarse tiró quien limpiaba
Como un vaso después de beber el trago más dulce
Con un «Adiós», con un «Te quiero» y con mis labios en tus dedos
Para no pronunciar las palabras que dan tanto miedo
Te vas y te pierdo.